Este es un restaurante al que me llevó mi amiga Evelyn a desayunar. Es un local pequeño ubicado en la calle de Emilio Castelar #31 esq., con Galileo en Polanco.
Llegamos muy temprano pues al ser un lugar pequeño, rápidamente se llena. Nos tocó una mesita en la banqueta. el lugar es muy francés, en su decoracin predomina el color menta con toques rosa y detalles de flores. Es muy vintage, en pocas palabras un lugar petit y muy agradable para pasar un domingo agusto.
El menú es pequeño pero variado, desde los clásicos chilaquiles o huevos al gusto hasta especialidades de la casa, tambien tienen infusiones, cupcakes, pasteles, crème brûlée. En la mesa ponen mantequilla, mermelada y unos panes. Para empezar pedí una bebida de pera y miel. Tambien ordené un Croque Madame que es básicamente un huevo estrellado sobre un pan relleno de jamón de pavo, queso (creo que le acabo de quitar todo lo "nice" al platillo). Altamente recomendable, rico, y de proporciones perfectas para el desayuno.
Evelyn hizo hincapie en que pidieramos el rol de canela, horneado en casa y recién hecho, para chuparse los dedos, la plática fue muy amena mientras disfrutabamos del rico rol así como ver a todas las mascotas que llegaban, ya que el restaurante es Pet Friendly.
El servivio en general fue muy bueno, y apesar de que ya había gente esperando, tuvieron la paciencia para dejarnos hacer un poco de sobre mesa.
Este lugar es querido por muchos pues tiene ese aroma a pan con especias y ese ambiente bohemio, y agusto. Por lo general esta su dueña Belén, que nunca olvidará regalarte una sonrisa y verse siempre atenta con todos sus comensales.
Sin duda repetiría la experiencia. Es de esos lugares donde puedes estar horas y no sentirás pasar el tiempo.
La evaluación
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