La visita a este restaurante fue recomendación de la Tía Lilian, con motivo de la celebración del cumpleaños de la mamá de mi esposo. En un principio no lo ubicaba pero después de hacer memoria caí en cuenta de donde estaba exactamente, Alfonso Reyes 275 Col. Condesa.
Este lugar se caracteriza por su comida estilo poblano, su menú es muy variado, un amplio surtido de sopas, entradas, platos fuertes etc. Pero indudablemente la estrellita se lo llevan las tradicionales chalupitas con salsa verde o roja y las enchiladas de mole, muy bien servidas y con un sabor muy especial. Un estilo muy casero diría yo. En cuanto a las bebidas, también se caracterizan por hacer aguas naturales, en mi caso pedí una de guanábana, deliciosa de principio a fin. Y los postres ni se diga, pedimos un pay de limón y estaba para chuparse los dedos, acidito, de consistencia perfecta y nada empalagoso.
Ese día en especial había promoción, las chalupitas, estaban al 2x1 y podías pedir pozole o mole de olla y te servían los platos que quisieras, por lo tanto ya se imaginaran los satisfechos que quedamos.
La atención fue excelente, el mesero fue muy atento. El lugar es muy acogedor, nosotros estuvimos en la terraza, lo cual cambia la experiencia.
Me llamo la atención que hay gente que solo va por las chalupas, y como no si vienen seis en un plato. Definitivamente regresaría a este lugar, además de ser 100% familiar y muy mexicano, con ese tipo de comida que siempre esperas de la abuelita y sus recetas exquisitas, heredadas de generación en generación.
Mi evaluación
