
Al aire libre la experiencia es bastante agradable, siempre y cuando no llueva.
Para empezar pedí un caldo de pollo, que lleva verduras, un poco de arroz y pollo deshebrado y oh decepción ya que estaba muy desabrido (buuuuu).

La atención es un poco lenta, primero nos trajeron los tacos y al final el caldo, lo cual fue extraño y no muy agusto para comer. En cuanto a sabor de las carnitas no se le critica nada, la carne estaba bien picadita sin incómodos pellejos o huesitos.
Para pasar un sábado o domingo en familia, es muy recomendable. tienen también una gran canasta con dulces típicos mexicanos, para ese huequito después de un buen empacho de tacos.
La evaluación
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